Cuando el hombre se dio cuenta de que el fuego le era útil para muchos de sus fines, no pensó en otra cosa que en domarlo. Sin embargo, de inmediato noto que al igual que ayudarlo podía dañarlo.
Así que, lo primero que hizo fue aislarlo, limitar su fuente de alimentación era lo más lógico. Pero con una pequeña rama seca que se encontrara cerca era suficiente para liberarlo y causar un gran desastre, así que pensó en algo más… delimitar el área en que lo usaban. Rodearlo con piedras funciono bastante bien.
Al paso del tiempo la población fue creciendo y el uso del fuego se volvió cada vez más importante, por lo que necesitaban cada vez más. Pero, mientras más fuego tenía, era más difícil controlarlo. El viento liberaba al fuego de su prisión y esto provocaba un caos. Pronto, el viento se volvió un enemigo.
Fue entonces cuando al hombre se le ocurrió dividir el fuego, a cada pequeño grupo de personas se les asignaba una pequeña cantidad de fuego que debían de cuidar. A estos pequeños grupos les llamaban familias.
La vida se volvió un poco más sencilla, y el fuego comenzó a usarse para casi todo. Cuando los cazadores salían, llevaban un poco de fuego con ellos, pero su enemigo, el viento, siempre lo apagaba. Por ello, siempre que salían a cazar tenían que volver a su aldea. Solo un cazador, el más avaro de todos pero también uno de los más brillantes quería comer justo donde cazaba, ya que para él, el sabor se perdía en el transcurso de regreso a la aldea así que pensó en la forma de vencer al viento.
Su primer intento se baso en una pequeña protección a base de hojas grandes, pero el viento era más fuerte y logro que las hojas se incendiaran.
Su segundo intento fue más ingenioso. El fuego, al entrar en contacto con otros materiales, afectaba su estructura, fue entonces cuando se le ocurrió calentar el barro y hacer una estructura que protegiera al fuego. La forma que utilizo fue como de una piedra con un hueco en ella. Dentro metió ramas secas y algunos aceites para que mantuviera el fuego por más tiempo. Por último la tapo con una piedra para que él no se lastimara, y el fuego brotara cada que quisiera.
Exitosamente logro preservar al fuego incluso en el ambiente más hostil.
Fue así como nació el primer modelo de encendedor, el cual fue modificándose a través de los siglos, hasta llegar al que conocemos hoy en día.
Diego Alonso Sánchez Tec
Objeto: Encendedor.
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